Radio
Quillamba fue una de las emisoras que empezaron con la idea de comunicación
para cambio social, fue un proyecto que se fue desarrollando a través de los
años y aún perdura, es una de las emisoras con más cobertura en la Provincia de la concepción.
A
pesar de que en un principio se inició con programas religiosos, renovaron los
programas pero esta vez a cargo de organizaciones populares encargados de la educación del pueblo para dirigirlo más hacia el cambio.
Comenzar
el día compartiendo un programa de radio con campesinos del Valle de
Quillabamba hace que el mundo parezca un lugar más pequeño y que una fría
mañana de diciembre en el medio-oeste de los Estados Unidos se haga más cálida.
Pocos radioescuchas de onda corta aquí entienden quechua o castellano; sin
embargo, el ritmo del programa radial y los comentarios improvisados del
locutor tienen una cálida autenticidad que es muy rara en la radio comercial y
masificada del mundo industrializado. La música de los Andes tiene un gran
atractivo. Los más persistentes aficionados a la onda corta no sólo han
aprendido a diferenciar los huayños peruanos de los pasillos ecuatorianos, sino
también el estilo de los huayños del sur y del norte del Perú. Mi experiencia
con Radio Quillabamba comenzó hacia 1974, cuando estudiaba castellano en la
secundaria. En las mañanas sintonizaba bellas y encantadoras melodías peruanas.
Escribí a varias emisoras y sentí la necesidad de enviar una nota a Radio
Quillabamba para que allí supieran que un radioescucha muy lejano se sentía
conmovido por sus transmisiones. En los años posteriores las radios peruanas
han seguido siendo mis favoritas cada mañana.
Emisoras
como Radio Quillabamba son de vital importancia para educar, informar y dar voz
propia a sus audiencias locales. Pero además, algunas veces su influencia se
extiende muy lejos. Por el hecho de emitir en onda corta, Radio Quillabamba ha
logrado capturar la atención y el interés de cientos, quizás miles, de
entusiastas de onda corta en los Estados Unidos, el Japón, Europa y Australia.
Se requieren buenos receptores y antenas para captar esas pequeñas y distantes
emisoras de onda corta. Pero sobre todo, es imprescindible el deseo y la pasión
para comunicarse con lugares apartados del mundo. El momento más adecuado para
escuchar desde Norte América las emisoras peruanas es muy temprano en la
madrugada. Solamente la pasión de los aficionados de onda corta puede sacarlos
de la cama a esa hora.— Escrito por Don Moore, experimentado aficionado de onda
corta.
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